
Mientras Tucumán se cae a pedazos, Osvaldo Jaldo hace las valijas para ir al Consejo Federal de Inversiones a sacarse la selfie con otros gobernadores fundidos. ¿El motivo? Llorar por la brutal caída de la coparticipación que deja a las provincias al borde del default. Pero no se equivoquen: Jaldo no es víctima, es cómplice.
Sí, el mismo Jaldo que apoyó el plan económico del prescindente Javier Milei como si fuera el manual del progreso hoy finge sorpresa porque no hay un mango. El mismo que se alineó con Nación y aplaudió los ajustes ahora se queja porque no puede pagar ni los aguinaldos.
El Presidente Javier Milei arribó a la provincia de Tucumán y fue recibido por el Gobernador Osvaldo Jaldo, previo a la firma del Pacto de Mayo. pic.twitter.com/6bV9nhzPCP
— Oficina del Presidente (@OPRArgentina) July 9, 2024
Es por eso que te recordamos en esta nota el cariñoso abrazo que se dieron ambos previo al Pacto de Mayo, que claramente Jaldo firmó, como si fueran amiguitos de toda la vida.
Ahora, junto al otro genio del norte, Raúl Jalil, se prende al blanqueo de divisas como si fuera la panacea, rogando que aparezca plata de abajo del colchón para arreglar el desastre que ellos mismos ayudaron a provocar. Tucumán necesita rutas, hospitales, educación, obra pública. Pero Jaldo está más preocupado por mendigarle fondos al mismo gobierno al que no se animó a enfrentar.
La excusa de la baja de recaudación es ridícula. La inflación baja porque la economía está muerta. El consumo desapareció. El IVA y Ganancias se desploman porque no hay actividad.
Y mientras tanto, Tucumán, una de las provincias más pobres del país, sigue entregada a un gobernador que no tiene ni una idea para revertir la situación. Solo le queda eso: ir a aplaudir como foca a la capital, sacarse la foto y volver con las manos vacías.