VIDEO | Jaldo no llena ni un termo y Manzur lo quiere voltear con un asado

Osvaldo Jaldo tiene un problema. Varios, en realidad. Pero ahora se le suma uno bien de adentro: el "dotor" Juan Manzur le viene con el cuchillo bajo el poncho, le juntó la tropa, le sirvió chori con amenaza incluida y ya le está dibujando un frente por fuera.
¿El motivo? No le quieren dar espacios “salibles” en las listas. Traducción: si Jaldo no afloja, le van a partir el peronismo tucumano al medio.
Va a ser hermoso cuando se junten Jaldo, Manzur, Alfaro y Chahla en una misma habitación. Va a ser literalmente esto: pic.twitter.com/QOP6i0wRpQ
— Only in Tucumán (@OnlyTucuman) June 11, 2025
El tipo que se pasó todo el año besándole los pies al psicótico libertario, entregando Tucumán al ajuste nacional, ahora se enfrenta a un incendio interno que no apaga ni con una manguera de Evita.
Manzur, oportunista con doctorado, lo citó a su casa, convocó a una treintena de dirigentes con olor a revancha y armó su propia mesa chica. Todo mientras el “gobernador” Jaldo no llena ni un consultorio de hospital público con su nivel de gestión.
El acto de lanzamiento del Movimiento de Convocatoria Peronista ya tiene fecha: el 26 de julio, aniversario de Evita, en el club Monumental. Sí, justo el día que la mística peronista se pone más pesada.
El mensaje no puede ser más claro: o aflojás, o te estallamos el PJ desde adentro. El tipo está decidido a volver a la cancha, y si tiene que prender fuego la interna, lo va a hacer sin culpa.
Y mientras se tiran bifes en la cúpula, la provincia sigue siendo tierra arrasada. Inseguridad, inflación, escuelas destruidas, rutas que parecen de posguerra, y un sistema de salud que da lástima.
Pero claro, Jaldo está demasiado ocupado haciendo equilibrio entre quedar bien con Milei y no quedar tan vendido con el peronismo local.
Ni los propios lo respetan. Lo tienen de adorno. En Buenos Aires lo usan de bufón servicial, y en Tucumán ya ni los intendentes le responden. En vez de gobernar, el hombre está atajando internas, como si la provincia estuviera bárbara y no se estuviera cayendo a pedazos. La única obra pública que se le conoce es la autopista al ridículo.
¿Y qué hace la oposición? Poco y nada. La Libertad Avanza se relame viendo cómo el peronismo tucumano se devora entre sí. El sueño húmedo de cualquier libertario: que se autodestruyan sin tener que mover un dedo.
Si Manzur rompe, Jaldo queda en bolas. Sin aparato, sin votos, sin relato. Un gobernador testimonial, sin territorio real ni futuro político. Apenas un empleado más del poder central, esperando que no le quiten el sueldo y que no le armen un bochorno más grande que el que ya es.