Política
Exclusivo de NOVA

Un final humillante y más que merecido: la verdad detrás de la caída de Ingrid "2 neuronas" Lausberg

La Justicia tucumana con dirigentes, en el medio de la tormenta. (Dibujo: NOVA)

Lo que empezó como el ascenso meteórico de una supuesta “estrella” de la pantalla local terminó en un ridículo más propio de comedia de bajo presupuesto.

La auditoría ordenada por el gobernador Osvaldo Jaldo no dejó lugar a dudas: Ingrid Lausberg, apodada en los pasillos de Canal 10 como “Dos Neuronas”, colecciona un récord de ineptitudes, manejos fraudulentos y favores sucios que justificaron, sin atenuantes, su despido fulminante.

Según el informe oficial, la hasta ayer vicepresidente del Directorio exhibió cifras de presupuesto inflado, contrataciones irregulares y gastos personales cargados a cuentas institucionales.

Empleados del canal, hasta ahora obligados al silencio, relatan cómo Lausberg construyó su poder a punta de “chupadas de pija literal” y promesas de publicidad que nunca se cumplieron.

“Se hizo justicia, al menos en los pasillos de Canal 10”, confiesan, recordando aquel ritual diario de aplausos fingidos ante cada aparición de la petulante “directora”.

El clímax de esta tragicomedia se produjo cuando Jaldo, harto de excusas y escándalos, le dio la patada de gracia y puso al contador Vicente Nicastro al frente del Directorio.

Con esa maniobra, blanqueó ante la opinión pública lo que ya todos sabían: la gestión de Lausberg no fue más que un circo de corruptelas, mentiras y dobles vidas. Su despedida, por la puerta de atrás y con una sonora “patada en el orto”, es solo el colofón merecido a una serie de desatinos que incluyeron:

  • Descalabro financiero: proyectos anunciados y nunca ejecutados; facturas infladas por consultorías fantasma.
  • Red de favores: contratos a dedo, influencers locales y “amiguis” beneficiados con pauta publicitaria inexistente.
  • Farsa mediática: apariciones rimbombantes en redes sociales que ocultaban un caos operativo tras bambalinas.

Queda para el anecdotario la imagen de una mujer que, con más fotos que ideas, prometió “saneamiento” y entregó un colapso total.

Ahora, el sobrenombre de “Petera Inepta” circula libremente entre quienes hoy celebran su caída. Ingrid Lausberg, experta en mostrarse y experta en defraudar, se retira del escenario con el único epíteto que le faltaba: incompetente.

Y así, entre reproches y risas nerviosas, la historia de su reinado de barro se esfuma, dejando claro que en Canal 10 ya no hay espacio para farsantes.

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