Panorama Político de Tucumán
¿Qué sucede?

Se vienen unas PASO marcadas por el desinterés

Pablo Yedlin quiere la división de la oposición en Tucumán. (Dibujo: NOVA)

El domingo 13 de agosto, tanto en Tucumán como en el resto del país se llevarán adelante las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Será la segunda vez que los tucumanos acudan a las urnas en el año (la primera fue el 11 de junio en el marco de los comicios provinciales) y, se estima, que deban repetir su procesión electoral un par de veces más. Las elecciones generales y el ballotage se asoman en el horizonte de los argentinos.

A diferencia de los comicios que definieron a Osvaldo Jaldo como próximo gobernador, así como la nueva conformación de la Legislatura provincial y las intendencias, esta vez, el entusiasmo por las PASO es mínimo. Fue tanto el despliegue y el obsceno gasto de fondos públicos en las votaciones provinciales que, desde el oficialismo, admiten haber quedado muy condicionados para volver a poner en funcionamiento el aparato en torno a la precandidatura de Pablo Yedlin.

El actual senador kirchnerista encabeza la lista oficialista de diputados y se encolumna detrás de la figura de Sergio Massa. Su elección apareja un dato de importancia política para Tucumán: una vez que Yedlin asuma en Diputados cedería su banca al actual gobernador, Juan Manzur. Un pobre premio consuelo para quien hace un mes fue posicionado, por 48 horas, como candidato a vicepresidente de la Nación detrás de Eduardo "Wado" de Pedro. El pragmatismo se impuso al seudoprogresismo.

En medio de la apatía por las próximas elecciones, los tucumanos deberán renovar a cinco de sus nueve bancas en la Cámara de Diputados de la Nación. Los ganadores de los escaños en juego se conocerán en los comicios generales del 22 de octubre.

En contraposición con el silencio de Unión por la Patria, la oposición, fiel reflejo de su cruda batalla interna a nivel nacional, se presentará dividida. Una lista estará encabezada por el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro quien optó por acompañar a Horacio Rodríguez Larreta. Su rival será Mariano Campero (jefe comunal de Yerba Buena), quien se posicionó detrás de la candidatura de Patricia Bullrich para la Casa Rosada.

De esta forma, Alfaro buscará revancha tras la dura derrota sufrida en las elecciones provinciales, a manos de Jaldo, cuando se postuló como candidato a vicegobernador junto al radical Roberto Sánchez. Así como a Juan Luis Manzur, a Alfaro le queda reinventarse si pretende seguir teniendo peso político en Tucumán. Al día de hoy se lo responsabiliza por haber perdido la intendencia capitalina, otrora bastión opositor, en manos de la peronista Roxana Chahla.

La derrota, paradójicamente, parece no haber dejado lecciones de aprendizaje en el espacio opositor. En los comicios locales, sobre la hora, se pudo acordar una fórmula de unidad para enfrentar al jaldismo. Caso contrario la paliza hubiera sido peor. Aun así, con este cercano antecedente, Juntos por el Cambio no pudo resolver diferencias y se impregnó de la cruenta interna nacional, entre halcones y palomas, que beneficia al peronismo.

Quien sí podrá aprovechar la interna vernácula es el mencionado Yedlin quien irá a las PASO con una lista única. Todo lo contrario a la oposición, incapaz de favorecerse del desgaste del gobierno provincial de cara a estas elecciones. Muchos en este espacio, con criterio, impulsaban no encolumnarse con ningún referente nacional en las primarias y sí confirmar su apoyo al candidato presidencial que se haya impuesto en esta instancia. Hubiese sido lo más inteligente. Era pretender mucho de esta oposición que, a simple vista, hace lo posible para perder la mayor cantidad de votos posibles.

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