San Miguel del Tucumán
Complejidad

Se realizó la reconstrucción de la uretra de un paciente de 7 años

El servicio de Urología Pediátrica del hospital del Niño Jesús, intervino con éxito en el caso de un paciente infantil que sufrió una caída desde una tapia de aproximadamente tres metros de altura.

El servicio de Urología Pediátrica del hospital del Niño Jesús, intervino con éxito en el caso de un paciente infantil que sufrió una caída desde una tapia de aproximadamente tres metros de altura.

El accidente le provocó una rotura circunferencial de la uretra, lesión de alta gravedad que requirió de la intervención inmediata del servicio de emergencias del efector y transcurridos más de 6 meses de evolución, de una compleja cirugía.

Para la misma se contó con el apoyo del Ministerio de Salud Pública, a cargo de Luis Medina Ruiz, y con la asistencia del especialista en urología pediátrica y jefe de Urología del hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, Miguel Podestá.

Al respecto el jefe del servicio de Urología Pediátrica del hospital del Niño Jesús, Carlos Gargiulo, comentó que hace unos casi 7 meses recibieron por medio del servicio de urgencias de la institución al paciente que había sufrido un accidente doméstico al caer desde una tapia de tres metros de altura: “La lesión que causó el accidente fue severa y se presentó en la parte final de la cola, en lo que se conoce como la uretra, que es el conducto urinario por el que pasa la orina en la fase final del proceso urinario, desde la vejiga urinaria hasta el exterior del cuerpo durante la micción”.

El fuerte impacto que sufrió el paciente generó un hematoma importante que requirió, en primera instancia, de una solución inmediata y de emergencia del problema, que le permitiera orinar a través de una derivación urinaria, es decir, de un catéter. Pero, advirtió el especialista, la reconstrucción total de esa lesión requiere de un período de reposo de unos seis meses mínimamente, debido a la complejidad del procedimiento.

El especialista en urología pediátrica, Miguel Podestá, comentó sobre el procedimiento: “Era una rotura circunferencial de la uretra que comprometía la uretra posterior y parte de la uretra bulbar, lo cual le agregaba complejidad al cuadro. El que se implementó fue un enfoque progresivo, se empezó por un abordaje perineal para liberar la uretra sana y luego se fue al foco traumático tratando de realizar la extirpación de todas las fibrosis que había interpuestas entre los cabos de la uretra seccionados. Posteriormente se practicó un acceso por vía alta trans-abdominal, para reparar el otro extremo seccionado que estaba más intra-pelviano y, cuando finalmente se localizaron ambos extremos, se resecó toda la fibrosis interpuesta y afortunadamente pudimos concretar la reconstrucción y restituir la continuidad de la uretra”.

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