Muchos de los denominados “antivacunas” tuvieron que acercarse hasta los centros asistenciales para inocularse, contra su voluntad. "No creo en las vacunas y tampoco en lo que dice el Gobierno, la gente se muere igual con las dos dosis. Ahora vengo a ponerme la primera dosis contra mi voluntad, a mí las muertes no me dicen nada, creo en los médicos, pero no en las vacunas", dijo un vecino.

Es importante recordar que la disposición entró en vigencia el jueves último y varias instituciones solicitan Pase Sanitario obligatorio para concurrir a eventos privados y realizar cualquier tipo de trámite en alguna institución pública o privada en un espacio cerrado. El mismo se requerirá para asistir a eventos masivos, pero también para realizar actividades de índole cultural, deportiva, religiosa y recreativa, siempre y cuando no sea en espacios abiertos.

Si bien, la decisión del Gobierno apareció tras el importante aumento de casos de Covid-19 en Tucumán, la misma generó que varios sectores se opusieran y la calificaran de anti-constitucional, lo que incluyó cartas documento de parte de ciudadanos y de protestas desde la semana pasada. Los manifestantes sostienen que se trata de una medida coercitiva, que viola, restringe y vulnera derechos y garantías consagradas en la Constitución Nacional.

Otro de los argumentos esgrimidos, son el hecho de separar vacunados de no vacunados, y sostienen que el DNU es discriminatorio, “porque no existen sustentos científicos, restringe la libertad de tránsito, y es a todas luces discriminatoria”, reza parte de la carta documento enviada por un ciudadano al gobernador interino.

Desde que entró en vigencia el decreto, las instituciones estatales en la capital tucumana piden estrictamente el Pase Sanitario, mientras que en el sector privado, recién se están “aggiornando” con la colocación de cartelería informativa.