Ricardo Bussi, candidato a diputado nacional por Fuerza Republicana, utilizó en su campaña un video de 2023 en el que Javier Milei lo respaldaba. Este hecho generó un fuerte cruce con el propio presidente Milei, quien calificó la maniobra de "estafa electoral" y acusó a Bussi de intentar engañar a los votantes.

La Justicia Electoral intervino de inmediato, ordenando retirar toda publicidad que hiciera uso de la imagen del líder de Libertad Avanza.

El episodio volvió a poner el foco sobre Nicolás Márquez, quien mantiene una relación cercana con Bussi y ha reivindicado públicamente la figura del represor Antonio Domingo Bussi.

Expertos y analistas políticos señalan que Márquez no solo actúa como asesor ideológico, sino que también condiciona la percepción pública de los candidatos a través de su imagen mediática y literaria, generando un debate sobre los límites de la influencia intelectual en campañas electorales.

A pesar de la controversia, Ricardo Bussi defendió su accionar, argumentando que nunca consideró que mostrar apoyo de Milei fuera un delito.

Sin embargo, la repercusión del episodio dejó en evidencia el impacto que la figura de Nicolás Márquez tiene sobre la política tucumana, cuestionando la ética de su intervención y su papel como referente de la ultraderecha ideológica en el país.

La polémica se mantiene abierta mientras la campaña avanza, y muchos se preguntan si el vínculo entre Márquez y Bussi seguirá condicionando la estrategia electoral de Fuerza Republicana o si la repercusión negativa obligará a redefinir la relación entre asesor y candidato.