Panorama Político de Tucumán
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En plena epidemia Manzur les dio la espalda a los médicos tucumanos

Juan Manzur y Osvaldo Jaldo frente a los médicos. (Dibujo: NOVA)

Poco importa la epidemia de dengue que tiene a Tucumán con los peores números de todo el país. Mucho menos, el personal de salud que en los últimos meses falleció a causa de una “extraña” neumonía bilateral cuyo origen el Ministerio de Salud provincial jamás aclaró. Todo esto sin mencionar la pandemia por Covid-19 que causó la muerte de tantos otros trabajadores del sector sanitario. Nada de eso parece importar.

El concepto de empatía no figura en el diccionario del gobernador Juan Manzur. Pese a ser médico, la realidad de quienes son sus colegas poco le importa. Los reclamos por actualizaciones salariales frente a la inflación por parte del personal sanitario de la provincia no hicieron mella en el mandatario sanitarista. Se entiende: optó por el camino del poder político a trabajar por la salud de la gente. Una elección que comienza a explicar sus decisiones y el rechazo social que esto genera.

El Sindicato de Trabajadores Autoconvocados de la Salud (Sitas) continúa con las protestas y medidas de fuerza en toda la provincia. Incluso, llegaron a tomar, por unas horas, el Centro de Salud, uno de los hospitales más grandes de Tucumán. Las asambleas y el malestar van en aumento. La falta de respuestas del sanitarita se traduce en una provocación con desenlace incierto.

Hábil, el binomio Manzur-Jaldo, quitó poder al reclamo del personal de salud acordando vergonzosas mejoras salariales con la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Atsa). No es difícil de entender cómo pasó esto: su secretario general es Reneé Ramírez, legislador provincial que responde al mismo Juan Manzur. El alineamiento político personal hoy pesa más que la calidad de vida de miles de trabajadores. El Tucumán de hoy.

Hoy, en contexto de epidemia y muertes dudosas en sanatorios, un médico que inicia su actividad en el sector, con el nuevo acuerdo de Atsa-Manzur, cobraría apenas 165 mil pesos.

“¿Les parece que una persona que pone su esfuerzo y arriesga su vida todos los días en un hospital cobre por debajo de la línea de la pobreza? No podemos admitir y soportar vivir con menos de lo que vale la Canasta Básica”, reclamó Marlene Kairuz, referente de Sitas.

El panorama es sombrío y parece empeorar. Mientras los gremios afines al Gobierno hacen la vista gorda, los trabajadores independientes aportaron otro argumento que demuestra la realidad de la gestión del exministro de Salud de la Nación durante el kirchnerismo.

Se denuncia que la Provincia tiene a decenas de personas trabajando en negro dentro del área sanitaria con pagos que no superan los 20 mil pesos. Esto también se reclamó por estos días frente a la Casa de Gobierno provincial. Los gritos no parecen haber resonado en el despacho de Manzur. La empatía desaparece cuando la ambición de poder es lo único que sostiene a un Gobierno que pretende perpetuarse en el sillón de Lucas Córdoba.

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