Panorama Político de Tucumán
Otro logro del manzurismo

A mirarlo por TV: Tucumán, la provincia más postrada en infraestructura deportiva

El gobernador Juan Manzur y su vicemandatario Osvaldo Jaldo. (Dibujo: NOVA)

Una de las permanentes promesas de campaña, tanto de Juan Manzur, como de Osvaldo Jaldo, es la construcción de infraestructura deportiva no sólo para el fomento de la actividad, sino también, por el movimiento comercial y turístico que implican inversiones de esta envergadura. Se propuso tantas veces como se incumplió.

Ahora, en plena carrera electoral, en vistas a los comicios del 14 de mayo, la venta de espejos de colores volvió al ruedo. La diferencia se sustenta en el escaso crédito que la gente hoy les da a esas promesas.

El tema volvió a instalarse en la opinión pública muy a pesar del Gobierno. La designación de Argentina como sede del Mundial de fútbol Sub 20 puede ser una alegría para muchos, pero no para la dupla Manzur-Jaldo.

Por estas horas, una delegación de FIFA inspecciona los estadios elegidos para el evento internacional. Dos de ellos, ubicados en la frontera de Tucumán: Salta y Santiago del Estero. Las comparaciones son odiosas.

La rápida jugada del titular de AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, a la hora de gestionar el certamen en el país, terminó siendo un trago amargo para el Gobierno provincial. En plena campaña electoral volvió a quedar en evidencia el enorme atraso en infraestructura no sólo deportiva, sino a nivel turístico y vial que tiene Tucumán.

Junto al NEA, el Noroeste argentino es el área con peores números del país desde el punto de vista socioeconómico. Pese a esto, dos provincias vecinas, e incluso La Rioja, son candidatas a albergar el evento. Miles de turistas, y los ojos del mundo, a través de la transmisión internacional, estarán puestos en estas sedes pese a las dificultades económicas de esta región. Tucumán se posiciona como la más pobre entre los pobres.

Hoy se recuerda con gracia el atrevimiento del intendente manzurista de la ciudad de Lules, Carlos Gallia, quien anunció la construcción de un estadio para 50 mil personas. "Nos vamos a dejar de lamentar que un River-Boca se juegue en Salta, o un test match de Los Pumas se juegue en Santiago o un gran recital no tenga cabida en Tucumán”, alardeó ante los aplausos de ocasión.

El posicionamiento mediático que pretendía el intendente oficialista con este anuncio fue exiguo. Paradójicamente, hoy, en todo el país, se lo menciona por motivos poco envidiables. El Municipio de Lules es noticia en medios nacionales por la enorme cantidad de casos de dengue en proporción a la cantidad de habitantes que tiene.

“Es una crisis epidemiológica”, afirmó María Cecilia Pira, directora del hospital luleño Eliseo Cantón. El 80 por ciento de los pacientes que asisten a este centro llegan bajo sospecha de dengue. La grave situación sanitaria dinamitó la utopía del estadio.

Si se traslada el análisis a la infraestructura necesaria para otros deportes la respuesta será la misma: Tucumán está abandonada. La política en materia deportiva, con el espíritu de generar un espacio de desarrollo e inclusión social, nunca fue una prioridad para este Gobierno.

No se apuesta por ello como una estrategia para atraer inversiones y turismo ni mucho menos desde una mirada de contención social. Está, justamente, es una de las facetas que más desnuda a la gestión manzurista: carencia de proyectos, ausencia de inversiones y escaso interés en el fomento de iniciativas que contemplen el desarrollo tanto deportivo como cultural de la provincia.

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