Política
Traidor, servil y oportunista

Osvaldo "Peluca de Plomo" Jaldo se arrodilla ante Milei y parte el peronismo a lo bruto

Mientras destruye al PJ tucumano desde adentro y no sabe ni donde está parado, Jaldo se arrastra ante la Casa Rosada como un ladero sin dignidad.

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, no para de confirmar que es el mejor empleado del mes del prescindente Javier Milei. Mientras la crisis se profundiza y el peronismo busca algún gesto de unidad frente al ajuste salvaje, el mandatario tucumano elige el camino del servilismo explícito y la traición sin disimulo.

No sólo rompió todos los puentes con el kirchnerismo, sino que mandó a sus diputados a reventar la sesión en la que se discutía la suba de las jubilaciones. Sí, Jaldo eligió el lado del hambre.

Cristina Kirchner, con más paciencia que lógica, intentó acercarlo con una reunión que incluyó a Pablo Yedlin y Javier Noguera. Pero Jaldo respondió a ese gesto con lo que mejor sabe hacer: obedecer al patrón porteño de turno.

Sus legisladores colaboraron para que no se tratara una ley que habría traído un poco de alivio a los jubilados. Porque claro, el Jaldo de hoy no es peronista: es libertario con excusa peronista, un Milei disfrazado de gobernador.

Ni siquiera le alcanza con su propia descomposición política. A sabiendas de que nadie lo banca ni adentro ni afuera, ahora fantasea con encabezar la lista de diputados nacionales.

¿Va a ser testimonial? ¿Va a renunciar? ¿Va a seguir mendigando migas de poder mientras la provincia arde? Ni él lo sabe. Pero eso sí: ya inscribió su “frente” con diez partidos aliados antes de tiempo, por las dudas. Porque si hay algo que lo define, es la desesperación patética por sostenerse donde nadie lo quiere.

Mientras tanto, Tucumán se encamina a una elección partida en cuatro: Milei con Lisandro Catalán; el radicalismo con Sánchez; el peronismo con Noguera, Yedlin y Manzur; y Jaldo... bueno, Jaldo jugando a ser importante mientras vende a su pueblo por una palmada en Balcarce 50.

Ni Cristina lo quiere intervenir, porque ya quedó claro que es tan inútil políticamente que no hace falta. Se autodestruye solo. El PJ tucumano está secuestrado por un tipo que hace campaña para el modelo económico que funde provincias y empobrece jubilados. Un soldado de Milei con la cara de peronista.

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