“A raíz, de una molestia gastrointestinal que sufrió, se iniciaron una serie de consultas. Ante los síntomas compatibles con apendicitis o alguna otra cuestión intestinal, se decidió trasladarlo a un sanatorio privado de primer nivel como es el Hospital Italiano”, explicó.

La urgencia fue tal que, en palabras del propio Lobo, “todo indica que fue operado por síntomas compatibles con apendicitis, pero aún no está confirmado. No estaba programado. En un inicio, su entorno asoció esto a nervios por el casamiento, por su situación procesal o algo que haya comido en la fiesta, pero todo se fue agudizando hasta llegar a un problema más serio que requería una intervención en un centro de alta complejidad”.

Porque sí: mientras cumple prisión domiciliaria en uno de los barrios más caros del país, Alperovich decidió casarse hace apenas unos días con la mediática Marianela Mirra, en una ceremonia sin prensa pero no sin polémica. Aunque intentaron mantener el evento en perfil bajo, dos fotos se filtraron y levantaron polvareda.

Según publicó Farándula Show, ella llevó un vestido strapless, el pelo rubio recogido y aros brillosos larguísimos; él apareció con camisa blanca y el infaltable gel en el pelo, en pose de fiesta pese a la tobillera judicial.

Horas antes, Mirra había intentado calmar las críticas sobre el festejo. En diálogo con Pamela David, aseguró: “Este casamiento está previsto desde hace tiempo. No hay nada extraño, pero todo lo que dicen sobre la ostentación y el catering nos perjudica muchísimo”.

Ahora, con el cuadro intestinal que terminó en quirófano, el matrimonio arranca con sobresaltos y el exgobernador continúa internado mientras los médicos monitorean su evolución.