Industriales, comerciantes y productores coinciden en que el país necesita actualizar su marco laboral para recuperar previsibilidad, reducir los costos y fomentar la generación de empleo formal. Por su parte, desde el entorno del gobernador Osvaldo Jaldo indican que la Provincia estaría dispuesta a respaldar la iniciativa, aunque el texto definitivo aún no ha sido divulgado.

Si bien celebran este avance hacia una modernización laboral, los empresarios destacan que la reforma deberá complementarse con medidas como una reducción de la carga impositiva y límites al poder sindical, al cual atribuyen obstáculos en la producción y altos costos laborales.

En este contexto, Jorge Rocchia Ferro, representante de la industria azucarera, señala que el sistema actual desincentiva las inversiones y demanda un marco más “moderno y sostenible”.

Desde el comercio, Gabriela Coronel pide avanzar en la digitalización, simplificar los trámites administrativos y disminuir los costos de cargas sociales para combatir la informalidad.

En el sector rural, José Frías Silva subraya que la presión fiscal dificulta la contratación de personal y critica que algunos gremios, según él, obstaculizan directamente la producción. Mientras el Gobierno nacional se muestra decidido a acelerar el tratamiento del proyecto y los sindicatos se mantienen en estado de alerta, Tucumán se perfila como una de las provincias con mayor predisposición política y empresarial para impulsar la aprobación de la reforma.