El gobernador Jaldo acusó a Milei de ser un pobre tipo solitario y aseguró que así no podrá sacar el país adelante

En una mañana soleada y con aroma peronista, Osvaldo Jaldo abrió su ronda de prensa con un saludo efusivo: “Un saludo a todas y todos en esta mañana linda, fresca, hermosa, peronista y puro sol”.
Venía de recibir el acto de La Libertad Avanza en Tucumán, donde Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del jefe de Estado, fue víctima de docenas de memes por sus errores al dar su discurso.
Pero el tono festivo duró poco. Jaldo no escatimó en ironía al desgranar su desencanto con el Gobierno central. Hace unos meses, el gobernador tucumano se codeaba con Javier Milei, apostando fuerte por su gestión y posando como aliado inquebrantable.
Hoy, con la misma vehemencia, pinta un panorama desolador: el mandatario, rodeado de sombras, parece haber cobrado una factura de favores pendientes. ¿Rebelión o simple ajuste de cuentas?
El aire huele a deudas políticas no saldadas. El detonante: el veto presidencial a la ley de Aportes al Tesoro Nacional, que inyectaba fondos vitales a las provincias. “Nos entusiasmamos un poco cuando el Presidente llamaba al diálogo con los gobernadores. Pensábamos que alguna propuesta iban a tener al convocarnos.
Era la propuesta más accesible, que era obligatoria y Milei solo tenía que promulgarla, pero hizo todo lo contrario y la vetó ¿Para qué llama al diálogo a los gobernadores si lo primero que hace es vetar la ley?”, lanzó.
“Por un lado te invito, y por el otro te sigo metiendo la mano en el bolsillo”, remató, como quien descubre una invitación trucha a un banquete donde solo pagan los invitados. Y no se quedó en lo económico. Con un ojo en las urnas –evitando insultos directos por delicadeza electoral–, Jaldo dibujó a Milei como un lobo solitario en la Casa Rosada.
“Hoy, el Presidente está solo. Peleado con la vicepresidenta, con diputados y senadores. No se lleva bien con los gobernadores. Me preocupa ese aislamiento”, confesó, enfatizando lo obvio con un suspiro de falsa compasión. Recordó que el libertario llegó por voto popular, pero ya se alejó de los puentes institucionales.
“Se ha apartado totalmente de todos los sectores institucionales que pueden ayudar y colaborar”, advirtió. Y el remate, con sorna sutil: “Una sola persona no va a sacar adelante a la Argentina”. Claro, Jaldo no cierra puertas. Insiste en tender puentes, pero con condiciones: quiere ser socio, no mero espectador. “Los tucumanos también queremos ser parte del despegue de la Argentina.
Y cuando digo parte, no me refiero a mí, sino a cada tucumano y tucumana que me votó con el 56 por ciento el 11 de junio de 2023”, aclaró, reclamando su tajada en el progreso nacional. Sobre la visita de Karina Milei, Martín Menem y Lisandro Catalán, Jaldo presumió de hospitalidad tucumana.
“A diferencia de otras provincias, donde tuvieron problemas y que irse apurados, acá le brindamos toda la seguridad. Los tucumanos somos hospitalarios y respetuosos. Voy a poner por encima de todo a la institucionalidad, no a la política ni la campaña electoral. Ayer, las autoridades nacionales llegaron y se fueron de Tucumán con total tranquilidad; no hubo ni un hecho de violencia”, relató.