De profesión burra: una diputada jaldista le reclama a Milei por obras públicas que faltan en la provincia


Recientemente, la diputada nacional Gladys Medina, del Bloque Independencia, salió a señalar al presidente Javier Milei como el gran culpable de la ausencia de obra pública en el país, y por extensión, en Tucumán.
En declaraciones a Radio Splendid, Medina fue tajante: “La Nación no ha inaugurado ni una escuela, ni un hospital, y sus funcionarios ni siquiera recorren el interior”.
Palabras que buscan desviar la mirada hacia la Casa Rosada, pero que terminan exponiendo una verdad más incómoda: tras más de 40 años de administraciones peronistas en Tucumán, la provincia sigue esperando las obras que tanto necesita.
Medina, que responde al gobernador Osvaldo Jaldo, intentó defender la gestión provincial al mencionar el “enojo” de su jefe político por la demora de fondos nacionales. Pero acá está el problema: ¿no debería ser Jaldo, como máximo responsable de Tucumán, quien orqueste el uso eficiente de los recursos que ya llegan a la provincia?
Porque, si algo deja claro la historia reciente, es que el Partido Justicialista y sus variantes kirchneristas han gobernado Tucumán durante cuatro décadas sin que las escuelas, hospitales o infraestructura básica reflejen un progreso acorde. Entonces, ¿por qué culpar exclusivamente a la Nación?
La diputada, al intentar justificar la inacción local, pone en evidencia una gestión provincial que no ha sabido priorizar. Los fondos públicos, que deberían traducirse en obras concretas para los tucumanos, parecen desvanecerse en un laberinto de excusas y diálogos interminables con el Gobierno nacional.
Jaldo, según Medina, “mantiene un diálogo” con la Nación para negociar recursos, pero los resultados brillan por su ausencia. Mientras tanto, los ciudadanos de a pie siguen sin ver hospitales modernos ni escuelas nuevas, en una provincia donde la infraestructura pública clama por atención.
El Bloque Independencia, integrado por los tres diputados tucumanos que responden a Jaldo, mostró en el pasado su disposición a alinearse con el Ejecutivo nacional en proyectos como la Ley Bases.
Todo esto, claramente, a pedido del gobernador al que ahora, al parecer, se le terminó el amor hacia "Jamoncito".