Escándalo narco en Juan Bautista Alberdi: crece la presión y desconfianza sobre el Gobierno provincial

La filtración de un audio entre el intendente de Juan Bautista Alberdi, Luis “Pato” Campos, y el empresario Roque “Chipi” Giménez, en el que se habla de un robo millonario y presuntos vínculos con el narcotráfico, desató una grave crisis institucional en la provincia y dejó expuesto al Gobierno de Osvaldo Jaldo, que hasta ahora ha reaccionado con tardía firmeza ante un escándalo que venía gestándose desde hace tiempo.
La conversación, ampliamente difundida en medios y redes, no solo compromete a figuras políticas y empresariales de Alberdi, sino que también pone en entredicho la capacidad de control, prevención y transparencia del Ejecutivo provincial, que ahora evalúa intervenir el municipio como medida de contención.
Los allanamientos realizados este fin de semana en domicilios vinculados a Giménez revelan una red de contrataciones estatales y vínculos turbios con el poder municipal. Mientras tanto, el intendente Campos reconoció ser quien habla en el audio, pero se desligó de toda responsabilidad. La reacción del gobierno fue tardía: solo tras la presión mediática y el escándalo público el gobernador Jaldo salió a advertir sobre posibles sanciones.
Una crisis anunciada
El caso Giménez-Campos no es un hecho aislado. Desde hace meses, vecinos, trabajadores y concejales vienen alertando sobre falta de control en la contratación de obras públicas, favoritismo y manejos poco transparentes de los fondos municipales.
La obra del mercado municipal, adjudicada a Giménez Group, fue paralizada por falta de pagos, y el empresario, en el audio filtrado, exige el reintegro de “16 millones de pesos” que le habrían sido robados. ¿De dónde salió ese dinero? ¿Por qué no hubo seguimiento? ¿Qué funcionarios avalaron esos pagos?
A ello se suma la reciente incautación de un pan de cocaína en Alberdi, hecho que el gobernador usó como argumento para justificar una posible intervención. Sin embargo, la presencia del narcotráfico en el Sur tucumano no es nueva, ni fue enfrentada con la seriedad que amerita hasta ahora. La gestión Jaldo, que asumió con promesas de "orden y transparencia", enfrenta una de sus pruebas más delicadas.
Silencios incómodos y reacción tardía
Mientras la Justicia avanza en la causa, crecen las críticas hacia el gobernador por haber sostenido políticamente a un intendente que ya estaba bajo sospecha. La falta de controles y la pasividad oficial generan dudas sobre cuántos otros municipios podrían estar involucrados en tramas similares.